Conocer el cabello apagado

El brillo del cabello depende del estado de la cutícula, la capa más externa del tallo piloso. La cutícula se compone de escamas de queratina incoloras que se superponen entre sí como las tejas de un tejado. Éstas están conectadas por un cemento intercelular rico en lípidos. Cuando el cabello está completamente sano, las escamas están cerradas y la cutícula es lisa. En este estado, el cabello refleja la luz perfectamente.

El papel de la cutícula es proteger el núcleo del cabello y es la primera línea de defensa contra las agresiones externas a las que el cabello está expuesto a diario: agua, suciedad, luz solar, viento, peinado, etc. Como es muy delgada, se altera fácilmente: debido a tensiones externas repetidas, deficiencias nutricionales o problemas hormonales, el cemento intercelular se reduce drásticamente y las escamas de queratina se separan unas de otras. En una situación de este tipo, el cabello ya no refleja la luz, sino que la absorbe, pierde su brillo y comienza a verse opaco. Las escamas abiertas también vuelven poroso el cabello: el agua puede penetrar más fácilmente en la corteza, la capa justo debajo de la cutícula. Como consecuencia de esto, el cabello se vuelve débil y sin vida, se ensucia más rápido y se encrespa rápidamente en condiciones húmedas.

Todos los tipos de cabello pueden ser opacos a veces, pero los tipos de cabello seco, blanco y alisado son particularmente propensos a la falta de brillo.

Cuidado del cabello apagado

• Evita los tratamientos de cabello que contienen silicona: esta sustancia vuelve brillante el cabello al principio, pero cambia la estructura de su cutícula y daña el cabello a largo plazo.

• Lava tu cabello con un champú acondicionador suave.

• Ten mucho cuidado cuando lo enjuagas: usa agua tibia o fría y detente solo cuando el cabello rechine bajo los dedos. Añade unas gotas de vinagre o jugo de limón para el enjuague final. Esto ayudará a cerrar las escamas de queratina y neutralizar la cal contenida en el agua.

• Deja que tu cabello se seque naturalmente tan a menudo como sea posible. Si usas un secador de pelo, colócalo a una buena distancia de tu cabello y opta por un ajuste templado o frío.

• Desenreda tu cabello suavemente con un cepillo de cerdas naturales, sin tirar de los nudos.

• Masajea el cuero cabelludo regularmente para estimular la circulación sanguínea: esto ayudará a proporcionar nutrientes esenciales a tus raíces capilares.

• Una vez a la semana, aplica una mascarilla para cabello que contenga queratina orgánica (o quitina) para una reparación profunda del cabello.

• Evita tintes, permanentes y tratamientos de alisado, ya que dañan el cabello.

• Evita pasar demasiado tiempo al sol, ya que este daña el cabello.

• Mantén una dieta equilibrada y, en particular, procura ingerir suficiente hierro, vitamina B6 y ácidos grasos esenciales.

• Varias veces al año, toma suplementos alimenticios para fortalecer el cabello.