11 consejos útiles para piel sensible
Frágil, a menudo irritable y propensa al enrojecimiento, la piel sensible requiere un cuidado especial a diario. El tipo correcto de cuidado y algunos buenos hábitos pueden mejorar la tolerancia de la piel. ¡Nuestros consejos pueden ayudar a la mayoría de los tipos de pieles frágiles a mantenerse saludables!
- 1. Utiliza solo productos para el cuidado y maquillajes dermocosméticos que esten especialmente diseñados para piel sensible, sin fragancia, sin conservantes e hipoalergénicos.
- 2. Siempre que sea posible, evita lavar la cara con agua del grifo, que a menudo es dura y mal tolerada por la piel sensible. En su lugar, utiliza un atomizador de agua termal, después seca cuidadosamente tu piel dando palmaditas con una toalla suave, pero sin frotar. También puedes utilizar una leche o agua micelar de alta tolerancia, aplicada con un algodón absorbente.
- 3. Nunca te laves con jabón (es demasiado cáustico) y evita frotar, pues es demasiado agresivo para la piel delicada. Si tu piel puede soportarlo, prueba con un exfoliante suave una o dos veces al mes, utilizando una fórmula para piel sensible.
- 4. Después de una ducha o baño, seca tu rostro con toquecitos con una toalla suave, pero sin frotar.
- 5. La falta de hidratación aumenta la sensibilidad de la piel. Por lo tanto, aplica una crema hidratante para el rostro por la mañana y por la noche. Asegúrate de elegir un producto de alta tolerancia diseñado específicamente para piel sensible.
- 6. El maquillaje no está prohibido para la piel sensible, pero debe ser cuidadosamente elegido: escoge líneas diseñadas específicamente para pieles sensibles, de venta en farmacias o tiendas de productos de higiene. Deben ser de alta tolerancia, generalmente libres de fragancias y sin conservantes, para que sean suaves con las pieles más sensibles.
- 7. Restringe el uso de cosméticos en la medida de lo posible: a mayor uso de productos, mayor es el riesgo de reacción en la piel. Cuando encuentres uno que se adapte a tu piel, apégate a él.
- 8. Antes de elegir un nuevo producto cosmético, pruébalo en un área oculta: detrás de la oreja o en el cuello, por ejemplo.
- 9. En invierno, no sobrecalientes tu casa y utiliza un humidificador al menos en tu habitación; el aire seco de interiores con calefacción es agresivo para la piel y puede causar enrojecimiento.
- 10. Aprende a identificar los factores que desencadenan la reacción cutánea y evítalos en lo posible.
- 11. Si tu piel todavía reacciona a pesar de estas precauciones, consulta a un dermatólogo.